Como en todo, hay suposiciones mejores o peores sobre las cosas. En el caso de las TIC, hay una serie de “leyendas” que ciñen a este tema, las cuales le repercuten en negativo y hacen que pensar sobre su adaptación en el ámbito formativo.
Algunas de estas son por ejemplo, el caso de que las nuevas tecnologías suplantarán los docentes. Esto en un primer impacto puede pasarse por la cabeza de muchas personas, pero hay que tener en cuenta que las cosas no son o deberían de ser extremas para llegar a un beneficio.
Creo que las nuevas tecnologías más que suplantar, se adaptarían a la escuela tradicional y la sociedad, serviría de complemento a esta para diversificar e intentar mejorar la educación que hasta ahora ha habido.
Pensar que solo existirían en las escuelas ordenadores con acceso a Internet, pizarras digitales,… y niños sería demasiado irreal, ya que estos necesitarían la ayuda y guía de los docentes.
Otro posible leyenda podría ser que los contenidos que hasta ahora se han enseñado a través de la pizarra, el libro de texto, libreta y lápiz, no podrían transmitirse igual como a través de un ordenador o un proyector y entonces los resultados serían peor, los discentes no aprenderían tanto.
El simple hecho de un cambio suele tener una respuesta contrariada, las transformaciones asustan, pero el hecho de que sean diferentes los medios donde se transmiten los contenidos, no transforman a estos, los contenidos siguen siendo los mismos pero lo que cambia es la percepción de ellos y la experiencia que pueden sustraer de estos los estudiantes.
En principio las TIC como medio para transmitir información, están pensados con el fin que el alumno tenga una percepción más real, a través de videos, audio, imágenes,… y por lo tanto sacar un aprendizaje más completo e interiorizado.
Por último podríamos decir que también se puede pensar en que los niños al interactuar más con estas nuevas tecnologías, los docentes los dejan más de lado y no les proporcionan tanto soporte como en una clase magistral.
En este caso, se puede decir que los niños pueden y deben aprender a manejar su propio aprendizaje y tener un control sobre este, siempre con la guía de un maestro. Esto no supone que los niños vayan por su propio albedrío, sino que ellos tendrán un papel más importante y activo en su propio aprendizaje y el docente estará a su lado para guiarle y resolver sus problemas.
En fin, mucho aspectos que pueden malpensarse y dificultar la integración de las nuevas tecnologías en la escuela.
Espero que podáis aportar más cosas. ¡Saludos!.
